El autor es el profesor Luis Miguel Bermúdez, quien recientemente ha recibido varios reconocimientos a su trabajo como docente en un colegio distrital de Bogotá, en particular en lo relacionado con educación sexual.
En el libro cuenta en primer lugar cómo fue su experiencia personal con la educación sexual, tanto en el colegio como en el hogar, y luego en la universidad, con la ventaja adicional de poder analizar, en retrospectiva, qué tipo de educación era, qué enfoques tenía (de moralista, a puramente biológico, a enfocado a prevención de ETSs), y de qué cosas carecía (hablar acerca del componente afectivo, del componente erótico). Menciona también un evento a primera vista fortuito, pero que tuvo bastante impacto en su carrera: tener acceso en su adolescencia a un ejemplar de La sexualidad humana, de Masters y Johnson.
Otra de las secciones del libro presenta su trabajo en el colegio Gerardo Paredes, específicamente la construcción del plan curricular para la clase de educación sexual, para los distintos cursos. Una de las ideas centrales de esa construcción fue involucrar a los estudiantes, identificar cuáles son sus dudas y necesidades. También fue una de las principales dificultades, por la desconfianza que los estudiantes tienen de los los adultos como fuente de información, en lo que tiene que ver con sexo.
Fue muy interesante ver el análisis de esos problemas iniciales, ver de dónde viene esa desconfianza, y luego ver el resultado del proceso, para los distintos cursos/grupos etáreos:
Para adolescentes, la virginidad, la pornografía, dudas acerca de distintas prácticas sexuales, planificación/anticoncepción, y la dimensión erótica del sexo en general.
Para niños en bachillerato (grados octavo hacia abajo), la temática está alrededor del auto-descubrimiento, la masturbación, los cambios en el cuerpo debidos a la pubertad. Y también, identifica en esa exploración que debe incluir la temática del abuso sexual.
En primaria el foco está en desaprender muchas de las violencias de género/estereotipos/discriminación que adquirimos básicamente como parte de nuestra cultura, sin ser realmente conscientes de ello.
Complementando esas secciones más «estructuradas» del libro, hay varias otras con anécdotas, casos de estudiantes particulares y cómo ponen a prueba la capacidad del profesor, y del colegio, para afrontar los imprevistos/situaciones tan sorprendentes en las que terminan involucrados, y otras misceláneas pero no por eso menos interesantes, como examinar el concepto de clase/riqueza/pobreza que tienen los estudiantes, y hacer que reflexionen sobre ello.
Es un muy buen libro, y se lee fácil y rápido ---lo leí en una noche---. Mi única crítica va al estilo/edición del libro; tiene uno que otro gazapo (nada inesperado), pero en donde siento que de verdad faltó trabajo adicional fue en tener voces/personas consistentes en las distintas secciones del libro: en ocasiones habla el profesor en primera persona, en ocasiones el texto se estructura como diálogo, en otras ocasiones en tercera persona. Pero es un detalle menor, y no afecta el contenido/legilibidad/mensaje.
Muy recomendado.