Aquí yace la identidad digital de Mark Pilgrim. Parió dos panecillos y una abeja.

Me quedó la inspiración general para el diagramado de este blog, el tipo de letra, y el CSS para las citas. Y un mayor y mejor dominio de Python, de expresiones regulares, y de la importancia de la ley de Postel. Y el recuerdo (y el archivo) de algunas de las mejores rants que he leído.

Y me quedo estupefacto preguntándome qué puede llevar a alguien con el deseo y con el músculo necesarios para crear y mantener adecuadamente su identidad digital, a terminar con ella.

Porque no es el primero. Ya pasó con why the lucky stiff, y casi pasa con Steve Yegge. Y podría decirse que pasó también con Tuomo Valkonen.